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La belleza de los paisajes naturales no siempre se trata de espacios verdes exuberantes y playas paradisíacas. Existen paisajes peculiares, donde la vida debe adaptarse a condiciones desafiantes y entornos adversos, y esto crea retratos hermosos y únicos. Tal es el caso de Lanzarote y el imponente volcán que guarda tesoros de valor incalculable entre postales de aspecto marciano.
Una tierra de otro planeta: el volcán que cambió la fisonomía de Lanzarote para siempre
Muchos de los paisajes de España han sido moldeados por volcanes que hace tiempo están dormidos, como las islas Columbretes en Castellón, que hoy son consideradas como un tesoro natural con acceso restringido para los visitantes. Las peculiares formas de vida que habitan sus suelos y sus mares quedan como testimonio de las violentas erupciones que levantaron la tierra hace millones de años.
A unos 50 kilómetros hacia occidente, en el Océano Atlántico, encontramos el archipiélago de las Islas Canarias, famosas en todo el mundo por sus playas y paisajes, que atraen a miles de turistas de todo el mundo cada año. La actividad del volcán que dio origen a estas formaciones permanece aún vigente, despertando el interés también por sus recursos geotérmicos.
Lejos de los mares cristalinos y arenas doradas, muchos pasan de los paraísos turísticos que ofrecen Gran Canaria y El Hierro y, en su lugar, buscan recorrer los paisajes fascinantes de la isla Lanzarote. En esta tierra de contrastes podrás apreciar desde conos de ceniza volcánica y tierras de tonos ocres formados por la piedra fundida, hasta extensiones color esmeralda cubiertas de vegetación extravagante.
Culturas ancestrales y plantas que viven entre volcanes: un recorrido inolvidable por Lanzarote
La arquitectura de Lanzarote es única, con poblados de edificios blancos blancos de baja altura rodeados por muros de colores oscuros para proteger a sus moradores del viento que se distribuyen con cuidadosa planificación. Podrás observar los cultivos de vivos colores verdes que crece en conos volcánicos cubiertos de graba negra para protegerlos del clima agreste del lugar.
Aquí vivieron los majos, un pueblo del que apenas quedan algunos vestigios, tras ser asimilados por las culturas europeas alrededor del siglo XV. En aquellos remotos tiempos el paisaje lucía diferente. Su aspecto peculiar fue producto de la última actividad del volcán de Timanfaya, ocurrida en 1824, cambiando para siempre el paisaje de la isla.
En Arrecife, la ciudad capital, se observa un gran contraste, con castillos y museos históricos que guardan los restos históricos de la ínsula antes de que el volcán obligara a la población a adaptarse a un nuevo y agreste entorno. En la región de Punta Mujeres podrás disfrutar de relajantes baños en las piscinas naturales que se formaron gracias al despertar del volcán de Timanfaya hace dos siglos.
El arquitecto que construyó una nueva identidad para Lanzarote
El arquitecto César Manrique ideó algunos de los emblemas estéticos de la isla dominada por el gran volcán. De su mente surgieron icónicos atractivos como su casa construida en una burbuja volcánica o Los Jameos del Agua, una atracción turística que permite recorrer las cuevas subterráneas bajo los imponentes montes que en algún momento despertaron para escupir fuego.
El Paseo de los Volcanes, por otro lado, es uno de los principales atractivos de la isla. Aquí se pueden observar de primera mano las cicatrices que dejó el volcán al hacer erupción, con géiseres de los que brota vapor subterráneo y rocas jóvenes de formas únicas. Se trata de una reserva natural que puede recorrerse en autobuses especializados.
El tesoro geológico bajo las playas exuberantes
Las Islas Canarias presentan no sólo una topografía única con climas benévolos para los turistas. Cada volcán que ha dado origen a este territorio alberga fuentes de recursos energéticos de gran valor que atraen inversiones y expertos y cambian constantemente los paisajes, como es el caso de las nuevas 34 playas de que formó el volcán Cumbre Vieja de la Palma.
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