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En la sociedad moderna, la necesidad de energía es cada vez mayor, por lo que existe una búsqueda interminable de electricidad, que sea barata y sostenible. Siguiendo estos conceptos, presentamos la nueva fuente que consigue extraer energía de las nubes. Veamos en qué consiste.
Electricidad creada de la nada: ¿es posible?
El personal de la Universidad de Massachusetts desarrolló, a principios de 2020, un dispositivo que utiliza proteínas de la naturaleza para generar electricidad a partir de "la nada". Aunque este efectivo elemento se basa en algo muy común: la humedad contenida en el aire.
El componente fue desarrollado por un microbiólogo y un ingeniero del equipo de investigación de la universidad. Básicamente, se construyó con nanocables de proteínas de una bacteria llamada Geobacter sulfurreducens. El elemento fue bautizado como Air-gen.
Cómo funciona el Air-gen: No es ciencia ficción, sino un método sin precedentes para generar energía
Su modo de funcionamiento es muy sencillo. Cuando se conectan electrodos de solo unas pocas micras de espesor a la humedad, se genera una pequeña fuerza eléctrica. Lo mejor es que la electricidad se puede extraer de casi cualquier elemento o material.
Entonces, el único que produciría este efecto (llamémoslo efecto Air-gen) no es el dispositivo, sino cualquier material que tenga una determinada propiedad puede extraer energía del aire y la humedad. La primera aplicación que se les ocurrió a los creadores es usar nubes.
Para hacer esto, uno debe pensar en una nube como si consistiera en innumerables gotas de agua. Cada uno tiene una carga determinada y, cuando las condiciones ambientales son favorables, esta electricidad se descarga en forma de rayo.
El problema es que no hay forma de capturar esta energía de manera efectiva. Por lo tanto, lo que hace el dispositivo es generar una nube, a pequeña escala, que produce energía eléctrica de forma continua, fiable y predecible para que pueda ser "cosechada" para su uso posterior.
El núcleo de esta nube está formado por una capa de proteínas compuesta por nanocables de las bacterias antes mencionadas. Esta capa está salpicada de nanoporos que tienen un diámetro medio de 100 nanómetros, que es menos de una milésima parte de un cabello.
Estos nanoporos forman un camino libre que una molécula de agua debe recorrer antes de chocar con otra. Pero si esta capa deja pasar las moléculas antes mencionadas de arriba a abajo, la primera será bombardeada por otras moléculas.
Esta acción creará un desequilibrio, como en una nube, que generaría una electricidad muy débil. Pero si se suman todos estos cargos, se obtiene uno de gran magnitud. De esta manera, la energía se generaría a partir de las nubes o de la nada.
Esta tecnología es sostenible, renovable, no contaminante y de muy bajo coste. Además, tiene la capacidad de producir electricidad en zonas muy secas como el desierto del Sáhara, en otras con una humedad muy alta como en las costas y en los interiores de los edificios.
Sus increíbles posibilidades y aplicaciones en diversos sectores
Los investigadores de la universidad señalan que las nubes y la humedad del aire siempre se encuentran en todas las zonas de la Tierra y son muy abundantes. Por lo tanto, la energía puede estar disponible las 24 horas del día, todos los días del año, de forma ininterrumpida.
Por lo tanto, no tiene el problema de intermitencia que tienen otras energías renovables. En cuanto a sus aplicaciones, estas son innumerables, pudiendo actuar como energía alternativa y ecológica, en equipos médicos, smartphones, sensores de monitorización de la salud y muchos otros.
En conclusión, has visto cómo este revolucionario invento puede extraer energía de casi cualquier elemento, como las nubes. En consecuencia, es una nueva fuente de energía que Estados Unidos puede aprovechar.
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