Fracaso histórico de España con el reciclaje: la UE advierte de lo que acabamos de hacer

 ecoticias

Fuente: elmundo.com

Desde que se creó el primer plástico a mediados del siglo XIX, este material se ha convertido en la base de nuestra civilización. Ahora se ha convertido en un grave problema con consecuencias como el polémico territorio español en el Ártico. A esto se suma un posible caso de corrupción que podría llevar a España a un fracaso histórico que preocupa a toda la Unión Europea.

España comete un grave error con el reciclaje

La Unión Europea ha invertido una gran cantidad de dinero y esfuerzo para impulsar regulaciones y normativas para reducir el uso de plásticos derivados del petróleo. Estas políticas establecen controles, penalizaciones y prohibiciones para las industrias que emplean estos materiales con el fin de que los fabricantes reutilicen los residuos o los desechen adecuadamente.

Sin embargo, las empresas defienden su rentabilidad, lo que produce una pugna entre los organismos que luchan por reducir la huella de carbono y los directivos inescrupulosos que tratan de esquivar las regulaciones para mejorar sus beneficios. Esto ha escalado hasta el punto de poner a España en una situación delicada frente a la UE, que está investigando una grave infracción.

Según la organización Ecoembes, las compañías españolas estaban reutilizando un 71% de los envases desechados para la producción de bebidas embotelladas. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por la consultora británica Eunomia, reveló que este porcentaje en realidad no superaba el 31% de la reutilización en sus plantas de producción. Esto puede suponer un fracaso histórico para España.

Un fracaso histórico que debe preocuparnos

La organización Ecoembes fue creada en 1996 para gestionar el reciclaje y manejo adecuado de desechos plásticos. Forma parte de las regulaciones europeas que establecen que los fabricantes deben financiar el manejo de los residuos derivados de sus productos. Por esta razón, los fondos de esta organización provienen del capital privado.

Ecoembes se encarga de la recolección y manejo de los desechos plásticos y presenta informes periódicos sobre su desempeño. Sin embargo, las discrepancias en los datos que ha sido revelada por Greenpeace a raíz del informe de Eunomia representa para las autoridades internacionales un fracaso histórico que implicará serias sanciones para su reparación.

Greenpeace presentó el caso ante las autoridades de la Unión Europea para que sea investigado y se demuestre si hubo un incumplimiento con la Ley de Residuos que rige en toda la región. De ser así, quedaría en evidencia la falta de transparencia en los procedimientos de Ecoembes y un fracaso histórico en la capacidad de España de controlar a las empresas para que sigan las normativas de sustentabilidad.

Se impone la Ley de Residuos

De ratificarse la infracción, la sanción establecida por la Ley de Residuos, implicaría un fuerte endurecimiento de las regulaciones para los fabricantes españoles de bebidas envasadas en plástico. Las mismas incluyen implementar inmediatamente un Sistema de Depósito que obligaría a las empresas a financiar la instalación de contenedores para plásticos.

También se impondría el uso de materiales 100% reutilizables, en lugar del 70% actual, para los envases de sus bebidas con estrictos procedimientos de control y seguimiento. Todo esto podría implicar un fuerte impacto en los beneficios de estas compañías, de quienes se espera que intenten bloquear la implementación de sanciones empleando todos sus recursos.

Este fracaso histórico refleja la necesidad de investigar también a los Ministerios y organizaciones encargados de controlar las políticas corporativas de manejo de desechos, que podrían ser cómplices de estos empresarios que protegen sus beneficios a costa del ambiente.

Un error que no debe repetirse

Este fracaso histórico ha demostrado la necesidad de mecanismos más eficientes para medir e informar datos sobre el progreso del manejo sustentable de plásticos, dirigidas tanto a las compañías como a los organismos reguladores. Teniendo en cuenta que en España hay islas privadas que son propiedad de poderos empresarios, es evidente que tenemos una larga batalla que librar.